Solo para los que tienen pensado seguir adelante


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Todos necesitamos que alguien crea en nosotros, que nos anime, que nos dé fuerzas y nos afirme. Todos necesitamos que alguien nos ayude a seguir adelante; que nos apoye cuando estamos entre la espada y la pared.

Sin importar lo madura, segura o influyente que una persona pueda parecer, una expresión de ánimo siempre ayuda. Todos la necesitamos. Los que luchamos en las trincheras del liderazgo necesitamos grandes cantidades de ánimo.

El ánimo es más que esa palmadita en la espalda. Es un compromiso deliberado y firme de elevar el espíritu de otra persona. La Biblia lo pone así: Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones. Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca. (Hebreos 10:24–25 NTV)

Hay algo divino en la acción de alentar, de hecho la Biblia cuenta que una de las tareas de el Espíritu Santo entre nosotros tiene que ver con consolar, alentar y desafiar.

¿Alguna ves has sido alentado de forma efectiva? No estoy hablando de motivación barata o palabras hechas que cualquiera puede repetir.

He pasado algunas pruebas en mi vida y he sido bendecido con gente en el camino, que Dios usó para llenar mis pulmones de un aire nuevo y ayudarme a ver un poco mas allá de la tormenta del día. Gente que me alentó. Me ayudó con un respiro.

Otras veces, he sido yo quien ha tenido la posibilidad de alentar, acercarle “aire nuevo” a alguno que se encontraba ahogado en el camino. Ha sido maravilloso poder hacerlo.

Créame, cuando las personas se dan cuenta del valor de alentarse mutuamente, no existe límite en lo que podemos estimular a otros a cumplir. Me parece emocionante pensar que Dios nos «ha llamado a ayudar» a los demás que están en necesidad.

¡Qué mejor involucrarnos en acciones que impulsen a los demás en vez de acabar con ellos! La parte más bella del ánimo es esto: cualquiera lo puede hacer. No se necesita dinero para realizar esa tarea. Tampoco existe una edad adecuada.

Aquí hay algunas sugerencias que le pueden ayudar a poner en práctica esa acción:

• Observe y mencione cualidades de carácter admirables que nota en los demás tales como la puntualidad, la diligencia, una buena actitud, detalles, eficiencia o un buen sentido del humor.

• Envíe notas de agradecimiento o detalles pequeños con una nota escrita a mano.

• Exprese su aprecio por el esfuerzo extra de alguien.

• Fíjese en un trabajo bien hecho y coméntelo.

• Desarrolle una actitud afirmativa y positiva. El ánimo no puede subsistir en una atmósfera negativa.

• Apoye a alguien que está sufriendo.

Bueno, pienso que la Pascua es el lugar del mensaje cristiano más alentador que puede ser dado. Jesús en la Última Cena, derrama todo su amor en sus amigos. Les sirve la mesa, le lava los pies y recibe promesas de compañía y poyo incondicional. Doce horas después, está solo y traicionado. ¿Pasaste por ahí? Si es así seguramente entiendes de que hablo.

Escuchar a Jesús decirme que nunca estaré solo, porque Él está conmigo en toda circunstancia, me ha alentado a buscarlo en las tormentas. He entendido que las pruebas no se eligen, pero si puedo elegir como las vivo. Solo es mala opción. Jesús a mi lado, es aire nuevo que me permite seguir. Aliento.

Jesús en la cruz se hizo algunas preguntas. Es la imagen del que no hizo nada malo e igual la está pagando. ¿Te sucedió? Escuchar sus palabras dando perdón al que no merece, me alentó a no vivir jamás guardando rencores. Eso solo enferma. Ya sufrimos por la acción y seguir sufriendo por ser rencoroso… mala opción.

Jesús en la tumba, el silencio de esos días donde no hay nada luminoso. ¿lo viviste? Su paciencia esperando que se cumpla el tiempo prometido, me alentó a esperar y confiar. Hay sábados negros, pero el domingo viene.

Jesús resucitado sigue siendo el anuncio de la posibilidad de comenzar de nuevo, levantarme de derrotas y seguir adelante. Dificil con mis fuerzas, pero si tomo Su mano, si lo busco de corazón, otro es el cantar.

Aliento

Una de las cosas que Dios mejor hace.

Soy de la creencia de que hay que aprovechar los momentos. Semana Santa está en el calendario. Agregalo al tuyo.

De la mano de Jesús, superá decepciones, perdoná y librate de lo que sea, recibe la paciencia necesaria y resucita con Él.